Algo tan sencillo como decir estas tres palabras:- Hola cómo estás? , a veces pueden salvar una vida pero no les damos la suficiente importancia.
Precisamente ahora que tenemos más facilidad para comunicarnos con quien queramos, la sociedad se ha vuelto más fría, no nos molestamos ni en ser corteses y preguntar a los nuestros ¿Cómo estás?
Puede que la otra persona esté pasando por un mal momento y con un simple hola puedas cambiar su día.
¿Cuál es el motivo? ¿Damos por hecho que siempre están bien?, ¿estamos centrados en cosas tan banales que obviamos lo importante? ¿Donde está nuestra capacidad empática?
El contacto continuo con las redes sociales y las nuevas tecnologías está claro que nos facilitan la vida pero también están provocando algo muy importante…. Y es que nos alejan de la realidad.
Es normal ver a grupos de personas, sobre todo en los más jóvenes reunidos pero que apenas se hablan, ni tienen contacto emocional, están inmersos en sus móviles hablando con otras personas que no están ahí y de esta manera nuestra comunicación es muy limitada. Llegar a entendernos a veces es muy difícil, por eso hay que procurar utilizar si hace falta los cinco sentidos y a su vez aprender a ponernos siempre en el lugar del otro, esto quiere decir respetar que no todos pensamos y hacemos lo mismo y no porque alguien no sienta ni pienso como yo significa que esté equivocado ¿y si el equivocado soy yo? ¿Y si no tenemos razón ninguno de los dos?
Para comunicarnos y disfrutar de las personas sería mejor que sintiéramos, observáramos, escucháramos…
Si alguien me escribe algo puede ser que lo haga con una intención y yo me la tome por otra, esto pasa porque no estamos viendo la cara, los gestos la voz etc. de la otra persona, solo empleamos una pequeña parte de la comunicación y la interpretamos en base a nuestro estado de ánimo de ese momento o tal vez a nuestras circunstancias, nos lo llevamos todo al terreno que queremos sin darnos cuenta del grave error que estamos cometiendo haciendo esto, sin reflexionar que puede haber más de una interpretación de los hechos que la mía propia.
Aprender a vivir el momento a disfrutar de quien tenemos delante es algo muy importante, nos ayuda a interpretar a ver que no somos tan distintos pero que a veces vemos las cosas de diferente manera por que la vida nos ha hecho ser como somos en base a donde hayamos nacido, a nuestros genes, a nuestra vida social… por lo tanto somos iguales pero distintos, distintos en las cosas que nos afectan porque no todos le damos la misma importancia a las cosas.
Pero a todos nos asusta la soledad, a todos nos duele el abandono, nos invaden inseguridades cuando nos viene un cambio.. en definitiva a todos nos gusta que nos pregunten cómo estamos ¿ pero por que hoy en día cuesta tanto preguntar un simple ¿Cómo estás?
No dejes las cosas para mañana, pues mañana no sabes donde estaremos, la vida no es eterna, es muy cambiante.
Aprende a vivir cada segundo, y no dejes las cosas para después, mucho menos las que tengan que ver con las personas, nunca sabes cuándo va a ser el último instante en la que las veas y luego te puedes arrepentir.
Aléjate de aquellos que te hacen sufrir, sean quienes sean, está bien dar oportunidades a las personas pero hay personas que no quieren cambiar, también es respetable cada uno somos libres de hacer nuestra vida, pero si has perdonado una y mil veces y te siguen haciendo daño, aprende a alejarte, y te vuelvo a repetir, sea quien sea, todos nos merecemos amor, afecto y que nos quieran y quien te hace daño sabiendo que te duele no merece tu tiempo, recuerda que el tiempo es el mayor regalo que puedes darle a alguien.
Aprecia cuando alguien te dedique un tiempo y dedica tú también el tuyo.
Ayuda a quien lo necesite, no seamos egoístas, si en la vida nos centráramos por dar amor y no esperar simplemente a dar cuando reciba todas las cosas irían mejor.
Recuerda que lo que a ti te duele también le duele a otro por lo tanto no hagas nada de lo que no te gusta que te hagan a ti, esto es algo muy importante y que solemos olvidar continuamente.
Da siempre lo mejor de ti y no esperes recibir nada, porque a veces es una tortura el estar esperando algo y que no nos den lo que queremos por eso es mejor no tener expectativas, si no esperas nada , nada te puede desilusionar y sin esperarlo recibes la sorpresa que te llevas es el doble de grata. Muchas veces tenemos disputas precisamente por eso por esperar aquello que nosotros haríamos, pensamos que el otro es como yo y tiene que hacer lo que yo haría en esa situación… recuerda el otro no eres tú, no está en tu mente, tu mente y tus pensamientos solo los tienes tú, aquello que para ti es importante probablemente para mí no lo sea ¿pero qué más da? Respeta la libertad de opiniones y no lo olvides “no esperes nunca nada y así no te llevarás desilusiones”.
Y por último, ahora que con las nuevas tecnologías no nos cuesta dinero ni a penas esfuerzo para comunicarnos con los demás empieza a tener la costumbre de decirle esas tres palabras más a menudo a tu círculo social.
Así que no lo olvides nunca preguntar como mínimo:
- Hola ¿Cómo estás?
Escrito por la Psicóloga Raquel Alarcón Molina.
Centro de psicología en Avda. General Gutiérrez Mellado, 9, 1ª planta. Edificio Centrofama, Murcia.
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